miércoles, 2 de septiembre de 2015

Soy el poderoso "sabelotodo"











        No se en que momento, pasan de preguntártelo todo, a ser una enciclopedia andante. Debe de ser que de repente todo el conocimiento del universo los envuelve, y son poseedores de todo el saber y los únicos que tienen la verdad absoluta en su poder. Quizá es que los aborrescentes, tienen un sistema de comunicación como en Avatar, enchufan la cola en algún sitio que no conocemos y se entienden entre ellos...vale, lo de enchufar la cola ha sonado fatal, buscaremos otro símil...¡ya está!, les pasa como en Matrix, se enchufan un cable en la cabeza, y de repente toda la información pasa a su cerebro...¿será por eso que algunos tienen la cabeza tan grande? ¿y ese exceso de información, es demasiado para otros y por eso se quedan alelados? bueno, en cualquier caso, debe ocurrir algo que escapa de nuestro conocimiento.

Saben de todos los temas, da igual de lo que hables: cine, medicina, metafísica....son los más listos, los más molones, y los muás insufribles, por que a mi esas cosas, una vez más, me ponen de los nervios. Estar hablando, y que de repente, ese ser que vive en tu casa, y que es una mezcla entre Einstein, Hawking, Gates, y yo que se cuantas mentes brillantes más, empiece a decir: eso no es asi, por que..... Que tu piensas: apretarle el cuello un poco es delito, y no arreglas el problema. Decirle que se calle, puede causarle un trauma y encima me cuesta el psicólogo (es que es mucha la tontería que hay ahora con estas cosas), o darle la medicina que me daba a mí, mi madre, que esa no falla, que un calvotazo a tiempo, quita mucha tontería. 

En ese momento, tu cara es un poema, por que tienes delante mucha gente, y no quieres ser tu la que pierda los papeles, así que respiras hondo y le dices: Cariño, no interrumpas y no hables de cosas que no sabes. Y encima te contestan: ¡Qué sabrás tú! Lo siguiente que se escucha es un “Plas” del calvotazo que le has metido, la mano fue más rápida que tu mente, sí, has perdido los papeles, pero parece que el aborrescente los ha encontrado, por que está mirando hacia el suelo, o se le ha perdido algo, o es que está intentando recomponer el cuello del collejón (es que Amparo Baró, fue una gran maestra). Desde entonces, no se por que extraña razón, cada vez que el aborrescente interrumpe una conversación para dar su magistral opinión, tiene los hombros pegados a las orejas, debe de ser, que así piensan mejor.

Seguramente, el paso de los años, hace que olvidemos tanta sabiduría...bueno, no todos lo hacen, pero esos, esos, son otra historia.


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